martes, 31 de diciembre de 2013

Pablo Picasso y el rostro de César Vallejo

El 9 de junio de 1938, Pablo Picasso trazó tres dibujos de César Vallejo, tras la solicitud del poeta bilbaíno y amigo del autor de Trilce,  Juan Larrea. Picasso no había visto nunca a Vallejo, por lo que tuvo que valerse de fotografías. Dos de sus dibujos están sacados de las que le tomó en cuerpo presente Emile Savitry. Para el tercero, Picasso se inspiró en la bella y conocida instantánea que en 1929 logró de él Juan Domingo Córdoba en los jardines de Versailles.
Larrea contó posteriormente cómo convenció a Picasso: “Él no conocía a Vallejo. Apenas se produjo la muerte de César, me reuní, una larga tarde, con el pintor y le leí un buen puñado de versos vallejianos. Picasso, profunda y visiblemente emocionado, exclamó: ‘A éste sí que le hago un retrato’”.
 

 

César Hildebrandt entrevista al padre de los cronopios Julio Cortázar

César Hildebrandt interroga a Julio Cortázar. Texto publicado en Caretas 472. Lima, 6 de febrero de 1973.
1963 fue un año importante. El mundo conoce a Valentina, la primera mujer cosmonauta, se inicia oficialmente la pugna Moscú-Pekín, Paulo VI es el nuevo Papa, matan a John F. Kennedy, mueren Aldous Huxley, Edith Piaf, Jean Cocteau, Georges Braque, Robert Frost, Javier Heraud. Y nace Rayuela, la novela de Julio Cortázar. Ampliando hasta el desastre la jurisdicción del género, haciendo de la novela una proposición planteada al infinito más que un caso cerrado, tratando de representar el rico misterio de las cosas con una prosa de largos trancos y sintaxis a ratos vandálica, Rayuela causaba también importantes destrozos en el idioma y era, definitivamente, un sopapo con pellizcón en parte baja a la solemnidad. Poco después, los lectores empezarían a conocer el siempre creciente universo literario de Cortázar y a enterarse, tras penosa búsqueda, de algunos datos personales. Así supieron que este argentino de casi dos metros de estatura había nacido accidentalmente en Bélgica (1914), que había sido maestro en provincias, que era traductor y aficionado al box y que vivía y escribía en Francia. Esto último suele ser reproche de quienes piensan que los “valores nacionales” son savia que hay que beber in situ. Sin embargo, el mundo de los cuentos de Cortázar -aparte de remitir al Hombre, con mayúsculas- es indiscutiblemente argentino, en el mejor sentido del término. Pero la opción “nacional” no se da en él sólo literariamente. El irrenunciable compromiso con su país y con América Latina se transparenta cuando Cortázar reafirma su convicción socialista, su desprecio por los dictadores -aunque se llamen Stalin-, su dolorida alarma por la represión gorila en la Argentina de hoy.

Debe de estar usted absolutamente harto de esas preguntas que bordean, sibilinamente, el tema de su franco-argentinidad, oblicuamente el asunto de su residencia en Europa y, con entusiasta malevolencia, el hecho de que usted use ahora pasaporte francés y no pueda pronunciar la “rr” como cualquier hijo de vecino hispanoamericano. ¿Qué se necesita, Cortázar para ser argentino, para ser latinoamericano? Más difícilmente: ¿qué se necesita para ser un escritor argentino-latinoamericano?
Mi pasaporte es argentino (número 70708, tapas azules y ¡qué foto!), pues la naturalización francesa no entraña la pérdida de la nacionalidad de origen, y en mi caso es sólo un medio técnico para resolver problemas más bien graves en Francia. Me alegro de contestar esta pregunta, pues muchos “patriotas” argentinos se han apresurado a acusarme de desarraigo (por no decir de traición) sin molestarse en conocer mejor las leyes de su país. Parecería que diez libros tan argentinos como los míos desaparecen de su memoria frente a algo que no es más que una medida burocrática, sin el menor alcance vital. Acerca de mi residencia en Europa, también creo que puedo hacer una referencia a mis libros como prueba de mi invariable presencia latinoamericana. Que yo sepa, sigo escribiendo en nuestra lengua, y pienso que el número de mis lectores latinoamericanos no se debe a una casualidad. Más aún, creo que Europa me ha dado, en tanto escritor, una óptica que me permite ver el bosque sin que me lo oculten los árboles, como le ocurre a tanto exaltado nacionalista de mate amargo y escarapela. Usted me pregunta qué se necesita para ser un escritor argentino-latinoamericano (le dejo la responsabilidad del término). Hoy por hoy, creo que se necesita ser plenamente responsable en el doble plano del más exigente nivel creativo y de la más decidida brega por la vía socialista de América Latina. Dentro de esa doble perspectiva (que en el fondo es una sola) sigo de cerca y con una creciente esperanza la evolución de Cuba, Chile y Perú, y continúo escribiendo para ese “hombre nuevo” según lo concibió el Che, sin hacerle las fáciles concesiones demagógicas que tanto se dan entre nosotros.

A raíz de su intervención en el llamado “caso Padilla” los que no lo quieren lo suficiente dicen que usted es un estalinista que, felizmente, no escribe como tal y que a eso se debe el que “Reunión” -su único cuento con “mensaje social y revolucionario explícito- no sea precisamente uno de sus mejores hallazgos. ¿Qué piensa de eso?
Mi actitud en el llamado “caso Padilla” fue, como siempre, de solidaridad crítica con la Revolución cubana, frente al desborde paternalista de los firmantes de la segunda carta a Fidel. Si eso es ser estalinista, voy a tener que revisar todas mis ideas sobre uno de los más monstruosos tiranos de este siglo. De paso voy a estudiar también a Hitler, por si en la próxima etapa de mi viaje me tratan de nazi; ya se sabe lo que son las escaladas. De paso, ¿habrán leído esos aristarcos mi texto “Policrítica en la hora de los chacales”, donde, claramente se definía mi apoyo a la Revolución cubana y mis discrepancias acerca del error de encarcelar poetas?… Lamento que “Reunión” no le parezca logrado. Sin duda, no lo está, pero pocas he escrito con tanto amor revolucionario; en todo caso, los que me acusan de estalinista deberían releer las reflexiones que en ese relato le atribuyo, con pleno de conocimiento de causa, al Che Guevara.

En todo caso, ¿El libro de Manuel es la ruptura con el mundo de sus cuentos, con sus puros ejercicios de imaginación, desdoblamientos, posibilidades?
No, no es una ruptura como quisieran los que hoy sólo esperan política y “mensaje” de los escritores de ficciones, sino una difícil convergencia de mi yo-novelista y de mi yo-comprometido en la lucha por la desalienación y la libertad de nuestros pueblos. La califico de difícil, porque hasta ahora (salvo precisamente “Reunión”) esos dos “yo” se manifestaban paralelamente, y no me ha sido fácil mantener la exigencia, la invención y el humor de la literatura mientras trataba a la vez de problemas como el gorilismo y la tortura. Este libro suscitará toda clase de malentendidos, porque los frívolos lo encontrarán demasiado serio y los serios, demasiado frívolo; pero yo parezco haber nacido para hacer lo contrario de lo que se espera de mí, y no es por azar que soy el padre de los cronopios.

Hasta ahora, la literatura parecer haber sido para usted el desarrollo de un lenguaje y la incursión en el misterio, el meter la nariz en la “otredad”. ¿Es que eso ya no es suficiente para Cortázar?
No, ya no es suficiente: ahora quisiera traer la “otredad” a la vida inmediata, histórica, a base de esa convergencia a que me refería antes. Desde luego me reservo el pleno derecho de seguir escribiendo literatura “lúdica” cuando me divierta hacerlo; la prueba es que pronto publicaré un volumen de cuentos fantásticos.

¿El autor de Bestiario o Final del juego cree en poder subversivo de la literatura? ¿O es el escritor el que debe agitar y dejar que, pro sí solos y si es que pueden, sus libros se conviertan en adoquines de barricadas o -sin perjuicio de la efectividad revolucionaria del autor- en ociosas tretas de inteligencia?
Oh, sí. Mire la Biblia (o el Corán, ya que estamos…) Lo que pasa es que nadie puede saber si un libro propio o ajeno será subversivo o no. A riesgo de desencadenar una vez más contra mí a los partidos del “contenidismo” en la literatura, le diré que cada vez creo más que libros como La ciudad y los perros y Cien años de soledad son más revolucionarios en un sentido profundo (el de la creación del hombre nuevo) que los libros programados, ajustados, destinados a vehicular el “mensaje”. A veces -muy pocas- se da un perfecto equilibrio en los dos aspectos: el mejor ejemplo Los ríos profundos. Y esto se lo digo en la cara a los que se empeñan en imaginarme un “enemigo” de Arguedas, confundiendo la crítica positiva y bien intencionada con la que ellos practican.

¿Sinceramente, Cortázar, existe el boom?
Sí, pero a los escritores latinoamericanos les toca quitarle su aura de “milagro”, escribiendo cada vez mejor; no es hablando pestes de él como lo liquidarán. El boom no lo hicieron los editores como se insinúa ahora, sino los lectores latinoamericanos, que en poco más de una década entraron en la más formidable forma de conciencia jamás vista en nuestros países (y significativamente paralela a la forma de la conciencia política y revolucionaria). Los editores, comerciante como corresponden, olieron el negocio y lanzaron el boom por todo lo alto. Como ignoro la falsa modestia, agrego que los editores serán lo que usted quiera salvo imbéciles; ustedes, los lectores, fueron su barómetro estético y crítico, y ellos envasaron la mercadería; doble prueba de que el contenido de las latas era altamente comestible.

Alguna vez dijo usted que escribía cada día “menos bien”. A propósito de estilos, ¿cuál es, aparte de españoles más o menos obvios, el más aborrecible, pateable, olvidable libro que recuerde?
Tengo un instinto casi inquietante para detectar un libro ilegible; me funciona a las pocas páginas, y entonces mi mano lo lanza por sobre mi hombro izquierdo; detrás está la chimenea de mi casa. Pero ojo: cuántos libros declarados ilegibles por la crítica quedarán para siempre en mi biblioteca. Libros de locos (de “piantados”, decimos en mi país), libros inocentes como gatos o gorriones, libros de gente que empieza pero muestra ya las uñas. Con esos estaré siempre.

¿Qué es lo que tendría que suceder en su país y en su propio espíritu para que usted decidiese vivir en Argentina?
En mi espíritu no tendría que suceder nada. En mi país tendrían que lograrse los objetivos por los que muchos trabajamos de cerca o de lejos: la verdadera soberanía, descolonización y la desalienación. Pero incluso logrado lo que queremos, podría suceder que algún día yo me fuera de nuevo si me diera la gana. En todo caso, jamás le haré el juego a los patriotismos con residencia fija “sine qua non”. Los libros son argentinos, pero mi patria es la Tierra.

¿Quién gana? ¿Clay o Foreman?
Este pibe Foreman se ha destapado a fondo, y Muhammad Ali muestra signos de fatiga. Lo lamento, pero el box es inexorable y creo que, como se dicen en mi país, Foreman le va a poner la tapa a Clay.

viernes, 5 de julio de 2013

Ansiedad


Secreta y nocturna ansiedad roe mi soledad,
no basta cerrar mis ojos en la penumbra
ni hundirlos en el sueño para ya no sentir,
porque en la profunda sombra y en el abismo del sueño
la misma ansiedad me vuelve a desvelar.


Me echo a andar entre silentes calles
la oscuridad vierte su misterio,

los muros reflejan mi lividez
los gatos advierten mi impaciencia
y lúgubres sombras me dicen que morir es despertar.


La angustia de no ser sino un cuerpo vacío
que yo mismo o cualquier otro puede ocupar
y el temor de verme fuera de mí viviendo, redunda,

pero una pulsación, mi corazón entre espasmos
me anuncia que todo ha terminado.
                                                De versos confesionales
                                            Miguel Angel Zavala Muñoz

viernes, 3 de agosto de 2012

CARLOS FUENTES: CRONOLOGÍA PERSONAL

          El 15 del pasado mes de mayo se apagó la luz de uno de los más extraordinarios y prolíficos novelistas latinoamericanos, me refiero a Carlos Fuentes, quien formó parte del sui géneris Boom de la narrativa hispanoamericana junto a Mario Vargas Llosa, Gabriel García Márquez y Julio Cortázar, allá por los años 60.
          A continuación, les dejo una cronología, escrita por el mismo Fuentes en tercera persona, la que abarca desde el año de su nacimiento 1928 hasta 1994. Espero les ayude a conocer más sobre el mundo de este titán de las letras hispanoamericanas.

1928
Carlos Fuentes nace el 11 de noviembre en la ciudad de Panamá. Su madre es Berta Macías Rivas, nacida en Mazatlán, Sinaloa, y su padre Rafael Fuentes Boettiger, oriundo de Veracruz y embajador de México en Holanda, Panamá, Portugal e Italia. La familia desciende de inmigrantes llegados de Santander, Santa Cruz de Tenerife (Canarias) y Darmstadt (Renania), todos instalados en México durante la década de 1860, así como de indígenas yaquis del estado de Sonora. El bisabuelo paterno Philip Boettiger Keller, es un lasallista alemán opositor de Bismarck que funda una hacienda cafetalera en el lago de Catemaco, Veracruz. La bisabuela paterna. Clotilde Vélez de Fuentes es una bella y valiente mujer que se dejó cortar un dedo con un machete por bandidos en el recorrido de la diligencia entre México y Veracruz, antes que entregar voluntariamente sus anillos de bodas. La familia paterna vive primero en el puerto de Veracruz, donde Rafael Fuentes Vélez dirige el Banco Nacional de México, y más tarde en Jalapa, donde el tío mayor, Carlos Fuentes Boettiger, es un promisorio poeta, discípulo de Salvador Díaz Mirón, pero desaparecido a los veinte años de edad. La abuela materna, Emilia Rivas de Macías, joven viuda, trabaja en la campaña escolar de José Vasconcelos para mantener a su familia de cuatro hijas.

1929-1934
Vive en las ciudades de Panamá, Quito, Montevideo y Río de Janeiro, donde su padre ocupa varios puestos diplomáticos, entre ellos el de secretario del embajador mexicano en Brasil, el escritor Alfonso Reyes, con quien Fuentes mantendrá una relación cada vez más próxima en sus años mozos. En 1933 su padre ocupa fugazmente el puesto de secretario del Departamento del Distrito Federal pero renuncia al poco tiempo, disgustado por el alto grado de corrupción de la política. Reingresa al servicio diplomático y es enviado a la Embajada de México en Washington.

1934-1940
Nace en la ciudad de México su única hermana, Berta. La familia vive en Washington D.C., donde su padre ejerce como consejero de la Embajada de México. Asiste a la escuela primaria Henry D. Cooke y recuerda a una maestra multidisciplinar y generosa, la señorita Florence Painter. Pero pasa una infancia sin vacaciones: en los veranos, asiste a escuelas en la ciudad de México para no perder la lengua castellana y conocer la historia patria. Queda al cuidado de sus abuelas y tías, con las que establece lazos perdurables de afecto e imaginación. Pasa temporadas en el Hotel Mocambo de Veracruz, tierra parte, y en el Hotel Anáhuac de Acapulco, entonces una aldea de pescadores. Los EE.UU. del Nuevo Trato de Roosevelt y el México revolucionario de Lázaro Cárdenas lo marcan políticamente desde niño, así como la guerra de España y la llegada de los primeros judíos exiliados de Alemania a su escuela en Washington. Una y otra vez, tiene que vestirse de charro para representar a los niños mexicanos en fiestas diplomáticas y programas de radio. Visita con su padre la Feria Mundial de Nueva York y siente temprana inclinación por el cine, el periodismo y la literatura. Mark Twain y Edmundo de Amicis son los autores más importantes que lee en este periodo, así como Rafael Sabatini y Emilio Salgari.

1940-1944
Viaja con sus padres de Nueva York a Valparaíso en vapor, tocando puertos de Panamá, Colombia, Ecuador y Perú. Pasa estos años en Santiago de Chile y Buenos Aires. En Santiago, asiste al colegio inglés The Grange y escribe sus primeras narraciones con Roberto Torretti, publicando algunas piezas en el Boletín del Instituto Nacional de Chile, fundado por Victorino Lastarria. Es la época del Frente Popular chileno y de la guerra mundial, dos hechos que se imprimen profundamente en su sensibilidad. Asiste a los mítines políticos para la sucesión presidencial de Pedro Aguirre Cerda y al mismo tiempo empieza a leer a Gabriela Mistral y Pablo Neruda. Sus primeros profesores de literatura son Julio Durán Cerda y el español republicano Alejandro Tarragó. Llega a Buenos Aires a los pocos días de la toma del poder por el general Farrel. En rebelión contra la educación fascista del régimen militar, se dedica a descubrir el sexo, el tango y la obra de Jorge Luis Borges. Continúa leyendo a Verne, Dumas y Stevenson.

1944
Vuela en tiempo de guerra con su madre y hermana de Buenos Aires a Miami vía Porto Alegre, Río de Janeiro, Trinidad y Santo Domingo. Prosigue estudios secundarios en México, donde su padre desempeña el cargo de director de protocolo de la Secretaría de Relaciones Exteriores. Sigue en contacto con el grupo de diplomáticos surgidos de la Revolución mexicana -Castillo Nájera, Padilla Nervo, Quintanilla, Córdoba, Campos Ortiz, Tello- y se forma en los principios de la política exterior mexicana: no intervención y autodeterminación. Lee el Quijote, operación que a partir de entonces repetirá cada año.

1945-1946
Termina la graduación de bachillerato en el Colegio México de la Ciudad de México. Su guía literario es el maestro Enrique Moreno de Tagle, quien pone en sus manos una obra reveladora de la nueva literatura mexicana, Al filo del agua, de Agustín Yañez. Paralelamente, se deja seducir por la trilogía de USA de John Dos Passos y equilibra sus lecturas modernas con las de los clásicos castellanos, sobre todo Rojas y Quevedo. Aprende a bailar, a enamorar muchachas y a hacerse de grupos de amigos para salir de excursión a los volcanes y a los cañaverales: México es un país con tres pisos.

1947-1948
Recibe clases en el Colegio Francés de Morelos. Publica algunos relatos cortos en las revistas 'Mañana' e 'Ideas de México', así como reportajes y artículos políticos en 'Hoy', 'Novedades' y 'Voz'. Asiste a los cursos de filosofía de José Gaos y de Eduardo Nicol, y a los de estética de Justino Fernández, en la Escuela de Mascarones. Gana varios concursos literarios en el colegio. Forma amistad con Enrique Creel de la Barra, Jaime Saldívar, Pita Amor y el grupo Basfumista, un pretexto filosófico para la parranda, animado por el pintor Adolfo Best Maugard.

1949
Comienza la graduación en Leyes en la Universidad Nacional Autónoma de México, pronto abandonada a favor de la curiosidad excitante que le provoca ciudad de México, su vida nocturna, prostíbulos, cabarets, magos y mariachis: la materia prima de su primera novela. En cambio lee, como antídoto de seriedad, una obra deslumbrante: Los sonámbulos de Hermann Broch. Vacaciones en un Acapulco cada vez más cosmopolita, siempre en Veracruz, en los ingenios azucareros de Oacalco y La Gloria, propiedad de su tío Alfonso Romandía, y en casa de Alfonso Reyes en Cuernavaca.

1950
Una reacción de disciplina lo lleva a vivir en Ginebra, Suiza, y estudiar en el Instituto de Altos Estudios Internacionales con algunos destacados internacionalistas europeos del momento: Ropke, Rappard, Bourquin y Brierly. Lee exhaustivamente los clásicos griegos y latinos, las novelas de Thomas Mann y la poesía europea a partir de Baudelaire y Rimbaud. Ejerce como secretario del miembro mexicano de la Comisión de Derecho Internacional de la ONU, Roberto Córdoba. Viaja a Portugal, Italia, la Austria ocupada y Francia, donde conoce a Octavio Paz. Europa le ofrece el rostro final de una belleza: la ruina.

1951
Forma parte de la delegación mexicana en la Organización Internacional del Trabajo en Ginebra. Publica su tesis internacionalista sobre la Cláusula Rebus Sic Stantibus. Lee derecho y filosofía, así como otra obra de cabecera, La comedia humana de Balzac. Viaja a Inglaterra, Bélgica y Holanda, y en Rotterdam se embarca de regreso a Nueva York y México.

1952
Reingresa en la Facultad de Derecho de la UNAM, incorporándose a la llamada generación del Medio Siglo (Mario Moya, Porfirio Muñoz Ledo, Miguel Alemán Velasco, Enrique González Pedrero, Víctor Flores Olea, Xavier Wimer), agrupada en torno al maestro Mario de la Cueva.

1953
Concentra sus estudios con los maestros De la Cueva, José Campillo Sáenz y Manuel Pedroso, antiguo rector de la Universidad de Sevilla. Gana el primer lugar en el concurso de ensayos convocados con motivo del Cuarto Centenario de la Facultad de Derecho y publica la revista generacional 'Medio Siglo', en la cual colaboran otros jóvenes escritores: Salvador Elizondo, Sergio Pitol, Marco Antonio Montes de Oca y, en sus primicias, José Emilio Pacheco y Carlos Monsiváis. Ocupa el cargo de secretario de prensa del Centro de Información de las Naciones Unidas.

1954
Trabaja como subdirector de prensa de la Secretaría de Relaciones Exteriores con motivo de la Conferencia Interamericana de Caracas. La subsecuente invasión de Guatemala y el derrocamiento de Arbenz marcan su ánimo político y el fin del sueño rooseveltiano de la buena vecindad. A partir de ese momento, militará contra las políticas de EE. UU. en América Latina, pero también contra las de la Unión Soviética en Europa Central. Sus ensayos denuncian la política de la Guerra Fría. Pero su principal ocupación es publicar su primer libro, Los días enmascarados, una colección de cuentos.

"Escribí este pequeño libro en una fiebre de alegría, dando de manotazos a un foco eléctrico que pendía, desnudo, del techo de mi recámara. Allí está mi cuento emblemático, 'Chac Mool', que contiene muchas de las preocupaciones formales y temáticas de mis otros libros. Lo decía para México pero acabé por entenderlo para todo el mundo: el pasado está vivo, e ignorarlo es condenarse a un futuro muerto...".

1955
Colabora con Jaime García Terrés en la edición de la revista 'Universidad de México'. Comienza a publicar artículos sobre literatura, cine y política en revistas de México y del extranjero: 'Mito' de Bogotá, 'Orígenes' de La Habana. Es uno de los primeros en saludar la aparición y los valores de Pedro Páramo de Juan Rulfo. Lee abundantemente a los poetas y novelistas ingleses. André Gide y D.H. Lawrence, Aldous Huxley, T.S. Eliot y Virginia Woolf son sus autores del año.

1956
Funda y edita la 'Revista Mexicana de Literatura' con el escritor Emmanuel Carballo. Regresa a la Secretaría de Relaciones Exteriores, colaborando con el ministros Luis Padilla Nervo y preparando las primeras cuartillas de su novela La región más transparente. Lecturas intensivas de la novela norteamericana: Faulkner sobre todo.

1957
Funda y dirige el Departamento de Relaciones Culturales de la Secretaría de Relaciones Exteriores. Miembro del Centro Mexicano de Escritores. Asiste a los almuerzos sabatinos del restaurante Bellinghausen, con los escritores Max Aub, José Luis Martínez, Alí Chumacero, Jaime García Terrés, Hugo Latorre Cabal, José Alvarado, los artistas Juan Soriano y Abel Quezada y el editor Joaquín Díez Canedo. Muy cercano al grupo teatral universitario Poesía en Voz Alta, animado por Octavio Paz. Contrae matrimonio con la actriz Rita Macedo.

1958
Colabora estrechamente con Fernando Benítez y Vicente Rojo en el suplemento 'México en la Cultura' del diario Novedades. Abandona el servicio diplomático. Aparece su primera novela, La región más transparente, en medio de parejos denuestos y elogios.
"Desde que leí La Celestina, me fascinó la idea de la ciudad como lugar de libertad y artificio, lugar imaginario pero real cuyo movimiento es animado por el dinero, por la pasión, la crueldad y la fantasía. No trataba, simplemente de decir: Miren ustedes, la ciudad de México es y es una ciudad enorme, burguesa, proletaria, moderna pero con sótanos prehispánicos. Me interesaba el lenguaje, la ciudad como el lugar donde las cosas pueden decirse de más de una manera, donde la poesía es un híbrido estratificado por los lenguajes de clases e individuos... necesitaban un gran maestro de ceremonias para este juego. Todas las ciudades de papel lo tienen. Los tres jóvenes del Satyricon, el Fagyn de Dickens, el Vautrin de Balzac, el Diablo Cojuelo... El mío se llamó Ixca Cienfuegos".

1959
Viaja a Cuba inmediatamente después del triunfo de la Revolución. La solidaridad con Cuba provoca la expulsión del grupo de Benítez del diario Novedades. Pagés Llergo acoge a los escritores en la revista 'Siempre!'. Los movimientos de maestros y ferrocarrileros en México ganan su adhesión. Publica la novela Las buenas conciencias.
"Fue un baño de serenidad y paciencia después del tumulto de La región. Iba a ser parte de una tetralogía nunca terminada que un día eché al boiler del agua caliente, cuando esos artefactos todavía eran necesarios en México. De todas maneras, el bildungsroman de Jaime Ceballo me gusta porque me permitió acercarme a las contradicciones de la cultura católica en la que todos los españoles y latinoamericanos estamos inmersos, seamos creyentes o no. Leía mucho esa época a Mauriac, a Mounier, y a Kierkegaard, y de éste es el epígrafe: 'Los cristianos hablan con Dios, los burguese hablan de Dios'. Pude haber utilizado, también, este dicho de Luis Buñuel, a quien la novela está dedicada: 'Gracias a Dios, soy ateo'".

1960
Aparece la primera traducción al inglés de La región más transparente (Where the air is clear). La represión contra el sindicato de ferrocarrileros y el silencio de la prensa lo lleva a fundar la revista crítica 'El Espectador' junto a Víctor Flores Olea, Enrique Gonzáles Pedrero, Luis Villoro, Jaime García Terrés y Francisco López Cámara. Es jurado del premio Casa de las Américas en La Habana, donde se hace amigo de Alejo Carpentier, Cintio Vitier y José Lezama Lima. El sociólogo norteamericano C. Wright Mills, autor de Escucha, yanqui, lo presenta con Carl Brandt, que de aquí en adelante será su agente literario para la lengua inglesa.

1961
Viaja a La Habana como delegado del Congreso de Solidaridad con Cuba. Participa en el Movimiento de Liberación Nacional inspirado por el ex presidente Lázaro Cárdenas. El gobierno norteamericano, en vista de todo lo anterior, pero sin admitirlo nunca, le niega visado para asistir a un debate televisado sobre la Alianza para el Progreso, declarándolo "extranjero indeseable".

1962
Nace su hija Cecilia. Viaja a la Escuela de Verano de la Universidad de Concepción en Chile, organizada por el poeta Gonzalo Rojas, donde debate con el sociólogo norteamericano Frank Tannenbaum. En Concepción se traban amistades literarias perdurables con Pablo Neruda, José Donoso, Claribel Alegría y Mario Benedetti.
Comparte el verano en Buenos Aires con Tomás Eloy Martínez, José Bianco, Ernesto Sábato, Augusto Roa Bastos, María Rosa Oliver y otros amigos.
Asiste como corresponsal de 'The Nation' de Nueva York y 'Política' de México a la conferencia en Punta del Este que expulsa a Cuba de la OEA. Año muy activo: publica también Aura y La muerte de Artemio Cruz.
"Aura es una novela sobre la vida de la muerte. Artemio Cruz sobre la muerte de la vida. He escrito en otra parte la génesis de Aura. Es mi novela emblemática del tiempo y del deseo; no sólo de la posibilidad de convocar el deseo, obtener el objeto del deseo y descubrir que no hay deseo inocente. No lo hay tampoco para Artemio Cruz, que en sus doce horas agónicas le permite a sus tres personas y a sus tres tiempos recrear no sólo una biografía personal, no sólo una historia del México postrevolucionario sino, sobre todo, vivir el dilema de la libertad: qué camino escojo ahora, qué decisión tomo hoy. Unen a Artemio y a Aura el uso del tú como punto de vista a la vez propio y ajeno -es decir, poético- que le permite a la persona moverse con gran facilidad en todos los tiempos, aún más allá de la muerte, a esa premonición de libertad que Montaigne le atribuye a la muerte... Quizás éste fue el año más pleno de mi vida, cuando mejor amé, escribí, luché...".

1963
Gallimard publica La región más transparente (La Plus limpide région) con prólogo de Miguel Ángel Asturias, iniciando una larga historia de amor entre Fuentes y Francia. Viaja a Checoslovaquia, Polonia y la Unión Soviética. Impera la tristeza, pero Jruschov hace creer en su deshielo, y conversaciones con Voznezensky, Ehrenburg, Chujrai y otros artistas parecen confirmarlo. Se avecina, en cambio, la momificación de los años de Bréznev. Participa como periodista en la Conferencia de Países No Alineados en Belgrado y en París conoce a Julio Cortázar, Mario Vargas Llosa, Juan Goytisolo y Jorge Semprún.

1964
Empieza su amistad con Gabriel García Márquez. Escriben junto guiones de cine y organizan tertulias dominicales que celebran los ritos de los sesenta. El concurso de cine experimental reúne a diversos talentos en torno a Manuel Barbachano Ponce y Gabriel Figueroa. Se celebra en Chichén-Itzá el simposio interamericano y allí se inicia su amistad con William Styron, Lillian Helman y otros escritores norteamericanos. Nace en la ciudad de México la Zona Rosa y con ella los cuentos de Cantar de ciegos.
"La novela es un trasatlántico, el cuento un velero que no se aleja demasiado de la costa. Cantar de ciegos abraza las playas de los sesenta pero les niega privilegio realista. Además, todo cuento nos salva de la muerte, como lo supieron Sherezade y Bocaccio. Un cuento significa: un día más".

1965
Colabora en la fundación de la editorial Siglo XXI que dirige Arnaldo Orfila. Viaja a Nueva York con permiso especial a la reunión del Pen Club Internacional presidido por Arthur Miller. La burocracia literaria cubana organiza un ataque contra Neruda y Fuentes por su presencia en Nueva York. Los métodos empleados son estalinistas: se ponen en el ataque firmas de amigos a los que ni siquiera se les consultó. A partir de ese momento, no regresa a Cuba pero se niega a abandonar la defensa del derecho a la autodeterminación de Cuba o cualquier otro país latinoamericano. Vive en Roma y en París.

1966
Vive en París y frecuenta a Julio Cortázar, los pintores Alberto Gironella, Pierre Alechenski y Valerio Adami. Pasa temporadas en la casa de éste junto al Lago Maggiore y escribe el ensayo Líneas para Adami. Es una época de rica compenetración con la cultura contemporánea de Europa, gracias a las lecturas de los escritores del Este y a la guía de Cortázar hacia películas y exposiciones.

1967
Vive en Venecia y forma parte del jurado de la Mostra Cinematográfica. Publica las novelas Zona sagrada y Cambio de piel. Ésta última recibe el premio Biblioteca Breve de la editorial Seix Barral en Barcelona, pero es prohibida por la censura franquista. Con el alma dividida, conoce por primera vez España, pero una visita a El Escorial se convierte en el germen de Terra Nostra y en Barcelona se da cita el boom latinoamericano. Sin derramar una sola lágrima, Carmen Balcells se vuelve su agente para la lengua española.
"Zona sagrada resulta ser una novela compañera de Las buenas conciencias. Las he reunido bajo el título común de "Dos educaciones": dos niveles y espacios sociales mexicanos, la provincia católica y burguesa y la metrópolis agnóstica y cresohedonista. Jaime Ceballos y Guillermo Nervo buscan el signo de su personalidad más allá de las limitaciones de clase y educación. En busca de la madre, después de la rebelión, ambos regresan al hogar, Jaime mediante el disfraz religioso, Mito mediante el transvestismo sexual... En Cambio de piel se resume mi experiencia de una modernidad sellada por la universalidad de la violencia, nuestro único pasaporte en este tiempo vil de exterminios, pogromos, indiferencias... Es también la historia de una pareja, cómo se hace y deshace un amor. Europa y Norteamérica son aquí el Otro de México, la identidad que nos-otros cuestionamos. Todo esto pasó un año antes de Tlatelolco y las Olimpiadas, cuando México una vez más, se creyó Primer Mundo, y amaneció en el Tercer Mundo. Cambio de piel, por esto, es también un carnaval de apariencias. Nada allí es lo que parece ser".

1968
Vive en Londres y París. Aprovecha los recursos del British Museum para iniciar la redacción de Terra Nostra. Colabora con François Reichenbach en el film México, México. Es un año crucial. Está presente en la fase final de la rebelión estudiantil parisina y publica París: La revolución de mayo. Protesta contra la invasión soviética de Checoslovaquia y viaja a Praga con Julio Cortázar y Gabriel García Márquez para apoyar a los escritores y artistas independientes de ese país. Los recibe Milan Kundera. La masacre de estudiantes ordenada por el presidente Gustavo Díaz Ordaz el 2 de octubre en Tlatelolco a fin de celebrar un Olimpiada pacífica le hiere profundamente y decide regresar a México.

1969
Viaja desde Barcelona en el vapor español Virginia de Churruca. En una escala en Caracas, convive con Miguel Otero Silva, Arturo Uslar Pietri y Adriano González León. En la siguiente escala, San Juan de Puerto Rico, la inmigración norteamericana le impide descender del barco. Norman Mailer y el Pen Club Norteamericano organizan una protesta. El senador William Fullbright lleva el asunto al foro del Senado y compromete al departamento de Estado a permitir la entrada de Fuentes y otros escritores extranjeros mal vistos por Washington. En México, el gobierno de Díaz Ordaz ordena la suspensión de la filmación de la película basada en Zona sagrada como represalia por las opiniones políticas del autor. Con Valerio y Camilla Adami, recorre la costa del Golfo, de Veracruz a Yucatán, para cerciorarse de que México, bello y creativo, sigue allí. Publica los ensayos El mundo de José Luis Cuevas y La nueva novela hispanoamericana, así como Cumpleaños, escrita en su retiro de Cuernavaca.
"Dicen que cada ser humano tiene detrás de sí treinta fantasmas. Ésta es la historia de dos de ellos, George en Londres en 1967 y el hereje medieval Siger de Brabante en la costa dálmata en 1360. En el instante en que éste recupera la memoria total, puede imaginar simultáneamente todas sus vidas anteriores y todas sus reencarnaciones. Pero seiscientos años después, un hombre contemporáneo tiene la misma experiencia: Te recuerdo y me recuerdas. Cumpleaños, a pesar de su nombre, es sobre todo una novela de los espacios superpuestos, como un palimpsesto gigante. El tiempo, en realidad, no cambia, es simultáneo. La relación afectiva, en cambio, es sumamente dinámica. Entre un 'te recuerdo' en 1360 y otro 'te recuerdo' en 1967, hay el amor que dice: 'me recuerdas, nos recordamos'".

1970
Publica la obra de teatro El tuerto es rey y asiste al estreno en el Theater an der Wien de Viena. La pieza es dirigida por Jorge Laveli y representada por María Casares y Sami Frey. También está presenta en el estreno de la misma obra en el Festival de Aviñón, donde se dan cita varios escritores (Goytisolo, García Márquez, Donoso y Vargas Llosa) en el ranchito de Cortázar en Saignon, de donde nace el proyecto de la revista Libre.

1971
La muerte de su padre deja un gran vacío en su existencia y le arroja a una crisis de creación. Escribir Terra Nostra es su tabla de salvación. Publica su segunda obra de teatro, Todos los gatos son pardos, producto de una reflexión sobre Tlatelolco y de una angustiosa pasión vivida en Durango y relatada años más tarde en Diana o la cazadora solitaria. Asimismo, reúne textos críticos sobre Austeen, Melville, Faulkner, Cuevas y Buñuel en Casa con dos puertas.

1972
Es nombrado miembro permanente de El Colegio Nacional. Cubre para la televisión mexicana la Convención Demócrata de Miami. Se divorcia de Rita Macedo. Publica la colección de escritos políticos Tiempo mexicano.

1973
Contrae matrimonio con la periodista Sylvia Lemus. La pareja vive en París donde nace su hijo Carlos Rafael. Continúa la redacción de Terra Nostra, amparada por un pequeño apartamento de Juan Goytisolo y Monique Lange en rue Poissonière. La caída del gobierno de Salvador Allende en Chile y la dictadura de Pinochet le recuerdan dolorosamente sus años juveniles en Santiago. Interviene en el gran homenaje a Pablo Neruda que se celebra en noviembre en el Poetry Center Nueva York.

1974
Miembro del Woodrow Wilson International Center for Schoolars en Washington, D.C., donde nace su hija Natasha y termina de escribir Terra Nostra, publicada al año siguiente con ilustraciones de Alberto Gironella.
"Terra Nostra es, en cierto modo, la historia alternativa de una civilización: la nuestra, la de los pueblos que hablamos español. Pero decir que la historia pudo ser de otra manera es decir que no es, forzosamente, de la manera que la conocemos. Eso primero. Pero novelísticamente, esta obra es mi respuesta a la pérdida del sujeto narrativo, del personaje psicológico redondo, despedazado por la barbarie de la historia inhumana del siglo XX. ¿Debemos resignarnos a la muerte del sujeto? ¿La pareja de Samsa, el escarabajo, y Winnie, la enterrada en basura nuclear, es el fin de la humanidad literaria? Terra Nostra busca sorprender el momento de una nueva génesis, incluso la más monstruosa: nacer de un muerto. Génesis de la figura, descubierta en el momento de su abandono y vulnerabilidad: los tres muchachos arrojados a una playa del Cantábrico, con tres cruces en la espalda como toda identidad. De allí quiero arrancar. Pero el acceso es difícil, es un hoyo, y el hoyo es tumba, o culo, o boca, o letrina, o espejo. Y lo veda una fortaleza del poder, de la autoridad, de la historia: El Escorial. La respuesta provisional de Terra Nostra a la dificultad de acceder plenamente a la historia es ésta: Cuando es pensado, es. Cuanto es, es pensado. Viajo del espíritu a la materia. Regreso de la materia al espíritu. No hay frontera. Nada me es vedado. Pienso que soy varias personas mentalmente. Luego soy varias personas físicamente. Me enamoro de un sueño. Luego encuentro al ser amado en la vigilia... Una vida no basta. Se necesitan múltiples existencias para integrar una personalidad".

1975
Acepta el nombramiento de embajador de México en Francia como homenaje a la memoria de su padre, por convicción de servicio a la diplomacia mexicana, y como apuesta por el civilismo y la reforma política y social en México después del trauma de Tlatelolco. Gana las dos primeras apuestas; la tercera la gana y la pierde a medias. Abre las puertas de la embajada a los refugiados políticos latinoamericanos y a la resistencia española. Actúa como delegado en la Conferencia sobre Ciencia y Desarrollo en Dubrovnik, Yugoslavia, y con su esposa recorre Sarajevo y la costa dálmata. Es su segunda visita a ese bello y trágico país de hombres y mujeres hermosos como las estatuas de Mestrovic y destinado, en su alfa y omega, a simbolizar el siglo XX.

1976
Recibe en México el premio Xavier Villaurrutia por Terra Nostra. Preside la delegación mexicana a la Conferencia Económica (Diálogo Norte-Sur). Publica el ensayo Cervantes o la crítica de la lectura.

1977

Dimite como embajador en Francia, en protesta contra el nombramiento del ex presidente Díaz Ordaz como primer embajador de México en España después de la muerte de Franco. Vive en La Renaudiére, la residencia de campo que le pasa el pintor José Luis Cuevas en las afueras de París y que le sirve para ambientar la novela Una familia lejana. Viaja a Caracas a recibir el premio Rómulo Gallegos por Terra Nostra. Es jurado del Festival Cinematográfico de Cannes, que ese año preside Roberto Rossellini, poco antes de su muerte. Pasa temporadas en Deauville, en casa de su amiga Gabriella van Zuylen, y en el castillo de Montal en el Périgord, cuyo propietario, el conde Robert de Billy, será el modelo para el protagonista de Una familia lejana.

1978
Acepta profesorados en las Universidades de Columbia (Nueva York) y Pennsylvania (Philadelphia). Desde ese año y hasta 1982, visita numerosas universidades como profesor y lector, entre ellas Dartmouth, Harvard y Princeton.

1979
Vive en Princeton. Recibe el doctorado honorario de Columbia College en Chicago y, en México, el premio Alfonso Reyes por el conjunto de su obra. Publica la novela La cabeza de la hidra.
"Quizás fue un error. Estaba exhausto por Terra Nostra, por la embajada... Quise divertirme escribiendo una parodia del género de espionaje, la historia de un James Bond del subdesarrollo. A pesar de todo, se me coló una amarga reflexión sobre el cinismo de la política internacional. Héctor Aguilar Camín quiso adaptarla al cine y se encontró que no había nada sino artificio literario, invención ficticia. Por lo menos eso prueba esta novela: escribo para la literatura, no para el cine. Buenos o malos, mis libros no tienen existencia fuera de la literatura. Y México, con toda su riqueza estratégica, ¡sigue sin tener un buen servicio de inteligencia!".

1980
Dicta curso en El Colegio Nacional de México sobre la novela y el tiempo. Publica la novela Una familia lejana.
"Es una de mis obras preferidas, porque quizá resume mis obsesiones mejor que ninguna otra.
Una familia lejana es una parábola narrativa. La herencia de los Heredia es una novela inacabada. Nadie recuerda toda la historia: ésta es su frase final; condena al lector a continuar la historia, es decir, a convertirse en el narrador. Además, en este libro digo que como el origen de toda novela es múltiple, su destino también lo es. Me gusta el personaje del Heredia francés. Es el Diablo que quiere la unidad perfecta y el dominio absoluto. No lo logra, porque el lector es libre de continuar la historia. Pero de cierto modo, todos estamos poseídos por otros, el autor o el lector".

1981
Asiste a la toma de posesión en París del nuevo presidente de Francia, François Miterrand. Ocupa la Cátedra Montgomery de Dartmouth College, un bellísimo paraje de montañas azules y lagos congelados. En la Biblioteca Baker, frente a los murales de Orozco, empieza a escribir Cristóbal Nonato. Publica el cuarteto narrativo Agua quemada.
"Es otro de los libros que escribí con más cariño. En La región hablé de la ciudad como era; en Cristóbal Nonato, de la ciudad como quiero que sea. En Agua quemada, canto a la ciudad que fue. Es una elegía por el México perdido, que se mantiene, a pesar de todo, mediante las líneas de la sucesión familiar. Pero más fuerte que todo valor social es la realidad de la violencia impune, que destruye todos los lazos, incendia y seca el agua de algo y nos entrega a la palinodia del polvo: ¿Es ésta la región más transparente del aire?".

1982
Aparece su obra de teatro Orquídeas a la luz de la luna, estrenada en el Loeb Drama Center de la Universidad de Harvard, dirigida por Joanna Green e interpretada por Rosalid Cash, Helen Holly y Frank Licatto. Critica activamente la política centroamericana del gobierno de Reagan. Recibe el doctorado de la Universidad de Wesleyan y pronuncia allí el discurso de fin de curso en defensa de los derechos de Latinoamérica en El Salvador, Nicaragua y las Malvinas.

1983
Recibe el doctorado de la Universidad de Harvard y pronuncia el discurso de fin de curso, insistiendo en las razones de América Latina frente a la equivocada política norteamericana en la región.

1984
Recibe el Premio Nacional de Literatura de México. Termina de escribir, en casa de sus amigos Antonio y Francesca Saldívar en Tepoztlán, la novela Gringo viejo, que viene elaborando, en distintas etapas desde 1948.

1985
Publica en inglés el ensayo político Latin America: At War with the Past, que reún seis charlas por la radio canadiense (CBC), patrocinadas por el Massey College de Toronto. Escribe regularmente en 'Diario 16', 'El País', 'ABC' y 'Culturas', de España. Aparece la novela Gringo viejo.
"Obviamente, es una novela fronteriza: la frontera que puede ser herida abierta o cicatriz dolorosa, entre México y los EE.UU., pero también la fatiga de los EE.UU., ese país hambriento de nuevas fronteras.
Siempre me fascinó el destino de Ambrose Bierce, el desencantado escritor gringo que, incapaz de quitarse la vida, va a México a que se la quite Pancho Villa. Escribí la novela sobre Bierce que Bierce ya no puedo escribir. Y la escribí como una elegía del lenguaje. Bierce es el custodio de la palabra escrita. Arroyo, el guardián de los textos sagrados. Harriett es la lectora (o la novia) ideal de ambos, hasta que Arroyo, en una escena, le introduce la lengua española en la oreja mientras bailan y la contagia con la lengua española que sedujo al padre de Harriett en Cuba y ahora la seduce a ella misma en México. Sin las palabras, dice el gringo viejo, somos todos ciegos".

1986
Vive en Inglaterra como catedrático Simón Bolivar en la Universidad de Cambridge. Recibe doctorados de las Universidades de Cambridge y Essex. Viaja a Buenos Aires como orador de la conferencia internacional de prensa, invitado por Juan Luis Cebrián. Visita al presidente Raúl Alfonsín. Aparece en inglés la colección de ensayos titulada Myself with Others, con ediciones simultáneas en Alemania, Holanda y los países escandinavos. Publica la novela Cristóbal Nonato.
"Muchos la vieron como una profecía apocalíptica sobre México. Yo la escribí, más bien, como un exorcismo. Lo que pasa con la literatura latinoamericana es que al poco tiempo las fantasías más extravagantes se nos convierten en realidad cotidiana. Algo así está sucediendo con Cristóbal Nonato. Yo sólo quise escribir una novela cómica de acuerdo con los más estrictos cánones del formalismo ruso: procesar y reprocesar los niveles de lenguaje, hasta convertir al lenguaje en imagen de otro lenguaje. De allí que la mitad de las palabras de esta novela sean corrupciones de idiomas extranjeros y, sobre todo invenciones, neologismos. Esto permite variar infinitamente las versiones de la realidad, como lo hacen Cervantes, Sterne o Diderot.”

1987
Recibe en Alcalá de Henares el premio Miguel de Cervantes. Inaugura la Cátedra Robert F. Kennedy de la Universidad de Harvard. Es elegido miembro del Consejo de Administración de la Biblioteca Pública de Nueva York. En Ronda, termina de escribir Constancia en casa de Soledad Becerril y Rafael Atienza. Enamorado de Andalucía, pasa tiempo en Sevilla y la Costa del Sol.

1988
Comienza el rodaje de la película basada en Gringo viejo, protagonizada por Jane Fonda, Gregory Peck y Jimmy Smits, y dirigida por Luis Puenzo. Viaja con William Styron a Nicaragua, recibe la Orden Rubén Darío y asiste en Costa Rica a la reunión de presidentes centroamericanos. Recibe la medalla del Club Nacional de las Artes. Pasa el verano en Berlín, preparando la novela La campaña.

1989
La televisión pública de EE. UU difunde el documental The Journey of Carlos Fuentes, sobre su vida y su obra. Recibe doctorados de Bard College y del New School for Social Research. Aparece Constancia y otras novelas para vírgenes.
"José Emilio Pacheco ha escrito que si La región más transparente es la novela de la ciudad, Constancia es la ciudad de la novela. En estos relatos, quise probarme a mí mismo los límites expresivos de la narración para decir lo que de otra manera no podría decirse, aunque pueda decirse de mil maneras. Quién sabe si lo logré, pero en estas historias me propuse darle a la ficción el valor de hacer visible lo invisible, predecir la ausencia y apostar a que, en la novela, es más importante lo que se ignora que lo que se sabe...”

1990
Se instala en Londres para preparar la emisión televisiva de The Burried Mirror (El espejo enterrado) a tiempo para el Quinto Centenario del encuentro de culturas en el Nuevo Mundo. El proyecto tiene varios padres: el veterano productor inglés Michael Gill, el empresario español Jesús de Polanco, la historiadora norteamericana Peggy Liss y la BBC de Londres. Publica Valiente mundo nuevo, ensayos sobre utopía, épica y mito en la literatura hispanoamericana, y la novela La campaña.
"La campaña es la primera parte de la trilogía "El tiempo romántico", parte de mi proyecto general de novelas, La edad del tiempo. Cuenta la saga de la Independencia, de Buenos Aires a Veracruz, pero es también la historia del amor imposible del porteño Baltazar y la bella chilena, Ofelia. Regreso a la lección de mis primeras lecturas, Los sonámbulos de Broch. La campaña es una novela como las que se escribían en la época en que ocurre la acción (aunque con inside jokers que el lector avispado pesca). Las siguientes, van acentuando la estética deformada de una historia deformada: de Morelos a Porfirio Díaz, de Mariano Moreno a Julio Roca, nuestra historia no es lo que quiso ser".

1991
Viaja extensamente por España, Argentina, Venezuela, México y California filmando El espejo enterrado. Particular alegría le dan los regresos a Puerto Rico, donde la universidad le reserva espléndidos recibimientos y vuelve a ver a amigos viejos y nuevos como Roberto Torretti y Luis Rafael Sánchez. Publica Ceremonias del Alba, teatro, una revisión de Todos los gatos son pardos, que es estrenada en la Arenas de Avenche (Neuchâtel, Suiza) bajo la dirección de Michel Gobréty. En la sede de la UNESCO, París, pronuncia un discurso definitorio, "Los próximos quinientos años comienzan hoy". Recibe doctorados de las Universidades de Washington (St. Louis), Miami y Georgetown. Viaja a Australia a dar la conferencia del V Centenario de la Universidad de Viena.

1992
Se difunde la serie El espejo enterrado. Sobre la base de estas filmaciones, que ofrecen una historia cultural compartida por los pueblos de habla española, publica el libro del mismo título simultáneamente en seis idiomas. Pronuncia, junto con Gabriel García Márquez y Fernando del Paso, uno de los tres discursos inaugurales del Coloquio de Invierno de la Universidad Nacional Autónoma de México. El presidente de Francia, François Mitterrand, le hace entrega de la Legión de Honor. Recibe el Premio Internacional Menéndez Pelayo de la Universidad de Santander, donde pronuncia el discurso inaugural de la escuela de verano. Se le dedica uno de los cursos de verano de la Universidad Complutense en El Escorial, dirigido por César Antonio Molina y Julio Ortega. En casa de Plácido Arango, cerca de El Escorial, termina de escribir los cuentos de El naranjo. Empieza a pasar parte del verano en uno de sus lugares favoritos, Mallorca.

1993
Inaugura, en Bélgica, la manifestación cultural Europalia 93, dedicada a México. Recibe doctorados de Dartmouth College y de la Universidad de California en Los Angeles (UCLA). En la Universidad de Guadalajara tiene lugar el simposio "Presente y futuro de la literatura mexicana", que preside. Viaja a Colombia, Argentina, Brasil y Chile. Es declarado huésped ilustre de las ciudades de Buenos Aires y Santiago. Recibe la Orden al Mérito de la República de Chile. Visita en Santiago a Pepe Donoso y conoce a los nuevos escritores chilenos. Publica El naranjo, cinco novelas breves, un nuevo libro de ensayos, Geografía de la novela y Tres discursos para dos aldeas, con prólogo de Tomás Eloy Martínez. Presentan sus libros en Buenos Aires, Martín Caparrós, Luisa Josefina Hernández y Héctor Libertella; en Santiago, Carlos Cerda, Martín Hopenhaym y Antonio Skarmeta; en Madrid, Julián Ríos, Juan Goytisolo y Juan Luis Cebrián, y en Ciudad Juárez, Chihuahua, Sealtiel Alatriste, Enrique Cortázar y Pedro Garay.
"El naranjo son historias de un tiempo incumplido, una historia que no ha terminado, hecha por hombres y mujeres que no han dicho su última palabra. Es también una historia interiorizada de nuestra lengua: lengua de la conquista romana de Numancia, de la conquista española de México, de los descendientes de la conquista y de las dueñas verbales del albur, la procacidad y la defensa de la intimidad. La imaginación funda la realidad y los extremos prohibidos se tocan eróticamente".

1994
Al cumplirse diez años de la muerte de Julio Cortázar, participa con García Márquez y Sealtiel Alatriste en un multitudinario homenaje a su memoria en el Palacio de Bellas Artes en México. Participa activamente en el debate en torno a la insurrección en Chiapas y a la transición democrática en México, escribiendo en 'La Jornada',' Nexos' y 'Reforma'. Sus artículos son distribuidos mundialmente por el 'New York Times'. Es nombrado profesor visitante en Brown University, Rhode Island. La capital de Veracruz, Jalapa, le da el nombre de su padre, Rafael Fuentes Boettiger, a una de sus avenidas. Carlos Fuentes, hijo de veracruzano, es declarado ciudadano de Veracruz por nacimiento. Es un retorno al hogar. Recibe los premios Príncipe de Asturias en España, Grinzane-Cavour en Italia y la Medalla Picasso de la UNESCO. La editorial Alfaguara inicia la publicación de su obra de ficción completa, La edad del tiempo. Publica Diana o la cazadora solitaria, primera de tres crónicas noveladas sobre la América Latina contemporánea: "Quizás, a los sesenta y cinco años, pueda tomarme la libertad de mirar hacia atrás, verme como era a los cuarenta y rescatar una pasión, evocar un tiempo y advertir, una vez más, sobre la facilidad con que la autoridad atenta contra la personalidad humana. La novela, la ficción, invaden la realidad para defenderla mejor...”".
Sus hijos cumplen treinta y dos, veintiuno y veinte años, su madre ochenta y cinco y su feliz matrimonio veintidós.

lunes, 30 de julio de 2012

TEATRO EL GLOBO (THE GLOBE THEATRE)


E l mítico teatro The Globe, fue el más importante de la época isabelina inglesa. Este teatro está estrechamente vinculado a la insigne figura de William Shakespeare desde su construcción en 1599, pues sobre su escenario fueron representadas muchas de sus obras. En 1613, el teatro fue destruido por un incendio, pero fue reconstruido al año siguiente. Finalmente, fue cerrado en 1642 por los puritanos. Tres siglos después, en 1997 fue nuevamente erigido.