MURIÓ EL MAESTRO ERNESTO SÁBATO
El gran escritor argentino Ernesto Sábato murió a los 99 años. El autor de "El Túnel" y ganador del Premio Cervantes (1984) fue muy amigo del Premio Nobel Mario Vargas Llosa.
Ernesto Sábato murió en la madrugada de hoy sábado 30 de abril en la tranquilidad de su hogar víctima de una bronquitis que había complicado su salud. El escritor también padecía de ceguera y reposaba en su casa al cuidado de enfermeras, aunque aún mantenía diálogo con su familia, contó su hijo Mario Sábato.
El autor de "El Túnel" iba a ser homenajeado mañana en la Feria del Libro que se realiza en el predio de la Rural.
El notable autor y ensayista nació en Rojas, Buenos Aires, en 1911. Tenía un doctorado en Física y varios cursos de Filosofía realizados en la Universidad de La Plata, aunque en 1945 abandonó la ciencia para dedicarse exclusivamente a la literatura.
Sus obras más destacadas son El escritor y sus fantasmas (1963), Apologías y rechazos (1979), El túnel (1948), Sobre héroes y tumbas (1961), y Abbadón el exterminador (1974).
En 1984 recibió el Premio Cervantes, el más importante de la literatura española, en 1983 fue galardonado con los premios Gabriela Mistral y Menéndez Pelayo (1997).
Fuente: La Nación
Mario Sábato, hijo mayor del escritor, contempla el cuerpoinerte de su padre en compañia de su esposa Elvira.
La literatura argentina despide a uno de sus íconos populares. El velatorio a Ernesto Sábato se realizó en el Club Atlético Defensores de Santos Lugares, que abrió las puertas de su salón de actos para que quienes esperaban en la vereda pudieran ingresar al velatorio del notable.
Desde ese momento, el ingreso de lectores, vecinos y admiradores es constante, y ya se han acercado hasta el lugar varias figuras de la política y el periodismo.
La primera en llegar fue la periodista Magdalena Ruiz Guiñazú, que aseguró que “conocer a Ernesto y Matilde – su compañera durante décadas – fue un gran honor y una satisfacción” y que “cuando se muere una persona tan buena e inteligente, el país sufre”.
Graciela Fernández Meijide, que compartió con el autor de El túnel el trabajo en la Conadep, destacó sus principios, su ética, y su valentía “para aceptar formar parte y dirigir una comisión investigadora cuando nadie podía asegurar que los militares habían abandonado su ambición de ocupar el poder”.
Enseguida llegaron el diputado nacional Francisco De Narváez, que definió al escritor como “un gran argentino, no sólo un gran escritor sino un gran luchador por la libertad y los derechos humanos”, y Daniel Filmus, senador nacional y precandidato a Jefe de Gobierno porteño, que lo recordó como un humanista y como un “defensor de la paz”, más allá de la profundidad de su obra literaria, señaló el funcionario, que también destaco su rol en la Conadep.
José Miguel Onaindia, abogado y ex director del Centro Cultural Rojas, comentó que “con Ernesto Sábato se va un tipo de intelectual, típico del siglo XX, un intelectual comprometido con la ciencia, la política y la cuestión pública; él fue el último de todos ellos”.
Juan Carr, presidente de Red Solidaria, coincidió con Filmus al definir a Sabato como “un hombre de la cultura por la paz, que marcó a toda una generación y que arriesgó su vida; merece un gran aplauso y que su herencia se desparrame”.
El salón del Club Defensores, donde Sábato pidió expresamente ser velado, mezcla los saludos a su hijo Mario, el silencio respetuoso, el olor de las flores – entre ellas, la corona que envío la presidenta Cristina Fernández de Kirchner -, y el llanto de muchos; que apenas salen cruzan la calle y leen atentos los mensajes que se multiplican en la puerta de su casa: “Gracias, maestro”, le dicen.
La presidenta, Cristina Kirchner, la secretaría de Cultura y la embajada de España ya enviaron coronas para expresar sus condolencias. También los vecinos acercaron flores y pegaron carteles expresando su dolor por la partida del escritor.
Fuente: El Clarín.com
Vargas Llosa con Ernesto Sábato, con motivo de una entrevista hecha por el primero de ellos, en su programa televisivo La Torre de Babel.